José Ángel Leyva, director de La otra, en la Casa Silva de Poesía, en Bogotá.
          La Casa del Poeta Ramón López Velarde cumplió en la ciudad de México veinte años de existencia el año pasado, y la Casa Silva de Poesía cumplió 25 años en Colombia, una inspiración fundacional hacia otros países que han creado casas o centros dedicados al cultivo y el culto de la poesía y de los poetas.
          Fragmento del artículo editorial: "Una paradoja une a Colombia y a México: pueblos sensibles a la cultura son también víctimas de la barbarie; el optimismo y la tragedia se revuelven en su historia con semejante furia; la palabra y su contradicción con la realidad nombran la imaginación impresa en su literatura. Quizás por ello mismo la fundación de la primera Casa o centro dedicado al culto y al cultivo de la poesía en América Latina haya tenido lugar en Bogotá, con sus muchos y relevantes significados en una época en la que recaían sobre Colombia estigmas de desesperanza. Cinco años después, el poeta y promotor cultural Alejandro Aura  fundaría en la Ciudad de México la Casa del Poeta Ramón López Velarde, bajo diferentes circunstancias, pero con propósitos similares y un simbolismo muy aproximado. Luego vendrían otras Casas en diversos países, inspiradas en el modelo colombiano.
          "Los acervos bibliográfico y fonológico son quizá los contenidos de mayor envergadura que posee la Casa de Poesía Silva, que registra la presencia de cientos de poetas de numerosos países del mundo. Las voces de poetas consagrados y noveles, de conferencistas, forman parte del enorme coro de la historia de un cuarto de siglo de este centro cultural dedicado al padre de la poesía colombiana, que por época y poética corresponde al modernismo, pero cuya vida encaja más en la leyenda romántica. Su naufragio, la pérdida de la obra en tal percance, y la decisión de consagrar la belleza de su juventud a la muerte por decisión propia son hechos que reafirman tal vocación.
          "Casa Silva, a diferencia de la López Velarde, aglutinó desde sus inicios a poetas de distintos perfiles estéticos e ideológicos en torno a la figura de la poeta María Mercedes Carranza. Vínculos que se han roto y unido de manera intermitente. Pero las causas de tales veleidades no atienden a otras razones que a las propias del ser humano y en este caso de la dinámica de las vanidades, de las disputas propias del gremio versificador que no está exento de las tentaciones del poder, los privilegios, el olor de la fama o por lo menos de la notoriedad."

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