Publicación del Puerto de Veracruz
1994-1998
Empezó como una hoja tamaño carta impresa por ambos
lados, que circulaba cada semana de mano en mano (un flyer doble). Pretendió
informar de lo que ocurría en la ciudad y en otras partes en arte y cultura,
además de dar a conocer poemas, relatos, dibujos y fotografías. Terminó como
revista mensual, de 32 páginas, con una beca de coinversión del Fondo Nacional
para la Cultura y las Artes (Fonca) y el Instituto Veracruzano de Cultura
(Ivec).
La idea que nos animó no fue hacer una labor periodística
consistente, sino ocupar un vacío, el de la divulgación de temas que se estaban
quedando sin que nadie los registrara.
Así llegamos al número 60, el 15 de marzo de 1995. El
número 61 salió trece meses después, el 15 de junio de 1996, con un editorial
que titulamos “En medio de la crisis”. Entonces escribimos:
“No hubo esquela ni llantos [en el número 60], sino votos
por la reaparición de estas hojas de información cultural y de arte, de
literatura. A pesar del escepticismo que tuvimos hace quince meses [¿fue por un
error escribir número quince o aludíamos a algo que habría ocurrido dos meses antes?], hoy
podemos alegrarnos de por lo menos dos cosas: la amistad entre quienes
trabajamos en la edición de esta publicación semanal sobrevivió a la violencia
de la economía de México, indefensa en los mercados extranjeros —podría decirse
que también sobrevivimos junto con nuestra amistad—, y además reencontramos
entre estas ruinas que no se ven, a los lectores, que no quisieron olvidar el
humanismo que aun en los refugios antidesastres seguimos respirando.”
Ahora diría que estas hojas tienen la resistencia de los
árboles. Cortas ramas y por algún lado les salen ramas nuevas. Y ahora,
veinte años después del primer número —todavía no se apellidaba “cerrada”—, lo
que veo que estuvimos haciendo fue incisiones en un tronco. No queríamos
guardarnos los escritos del día, sino compartirlos: nos adelantamos a Facebook
con papeles donde hicimos algo parecido a llamadas telefónicas para saludar y
decir ¿cómo estás? Hoy, todos lanzan selfies, o memes, si quieren decir: aquí
estoy, pienso en ti, mira que hice o qué encontré. Hace veinte años todavía
usábamos rollos Kodak y cámaras Polaroid. (“En febrero de 2008 Polaroid anuncia el fin de la fabricación
de película para sus cámaras, que dejó de fabricar en 2007”, nos acota la
Wikipedia.) Y aparecieron los “blog”. Un tipo de independecia: cada autor publica sus textos y el
mundo se entera, aunque quizás no sus amigos.
Le puse a un blog Letras de Veracruz, en 2011, para
facilitar su localización. Hoy registra 25,336 entradas. A otro le puse Veracruz Literario, en 2013. Ahí
están, a la deriva y siguen registrando visitas. En esas visitas casi nadie
deja un comentario.
La nostalgia me lleva a sugerir que abramos un blog que
se llame La Ventana Cerrada, que los amigos tengan la clave y que publiquen lo
del día, lo de la semana, y que lo anuncie cada quien en Facebook. Si se lee o
no, como si estuviera en papel, es algo que dejaremos al azar, en un año muy de
Julio Cortázar. O no, que cada quien tenga su blog, como de hecho ocurre, y que
comparta sus creaciones. La ganancia será que dentro de veinte años amigos más
jóvenes las encontrarán y sabrán que el día no tiene nada más sol y luna
y árboles y lluvia y viento, sino gente que escribe poemas, cuentos, textos…
Como hace Gabriela Delgado, quien va anotando sus poemas en Facebook. Lo más
que puede pasar es que un día encontremos un aviso como este, en donde
publicaba Carlos Morán:
Estimado
usuario:
EL PAÍS dejó de albergar los blogs de La Comunidad el pasado 26 de agosto. Los responsables de las bitácoras pueden exportar su contenido, para conservar todo lo publicado y seguir actualizándolas, escribiendo al correo atencionclientes@elpais.com antes del 15 de septiembre. Muchas gracias por su confianza. Reciba un cordial saludo,
El equipo de
La Comunidad
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Pero cuando eso ocurre el usuario ya se mudó a otros
sitios:
Mientras retomamos el impulso de aquellos años he estado insertando noticias de parte de lo que pasa en la ciudad de Veracruz,
desde el 14 de febrero de 2014, y en otras ciudades y países en:
Transcribo algunos textos, como el análisis de La Ventana Cerrada que hicieron Jesús Garrido y Luis Antonio Vázquez Heredia, publicados en el número 71-72 (28 de agosto – 4 de septiembre de 1996) y que fueron leídos en la Sala Oriente del IVEC el 23 de agosto y en la Galería del Estado, en Xalapa, el 6 de septiembre de ese año. El de Garrido lo inserté aquí, en Letras de Veracruz, en la entrada anterior.
1 comentario:
Y el de Luis Antonio Vázquez Heredia? Muchas felicidades!
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