En Días de cine, programa de Televisión Española, Alberto Bermejo presentó el encuentro de Martin Scorsese con George Harrison. Por encargo de la viuda de Harrison, Scorsese mostró sus credenciales para hacer un documental: George Harrison. Living in the Material Wold (2011).
Bermejo recorrió el trabajo de Scorsese como documentalista, que empezó con El último vals (1978), sobre el grupo The Band, teloneros de Bob Dylan. Siguió Un viaje personal con Martin Scorsese por el cine americano (1995), sobre todo por las películas de género musical, desde principios de los años cincuenta, con Vicent Minelli, cuando “el musical alcanzó su cima”. Siguió con The Blues. Nostalgia del lugar (2003), donde se cuenta el rescate de un “cazador de baladas” en la Biblioteca del Congreso en los años treinta, documental en el que participó Wim Wenders y otros.
No directions home (2005) hace un retrato de Bob Dylan y su época, la música Country, la Folk, la Beat Generation. Siguió Shine a Light (2008), el que Bermejo considera “el más funcional” de los documentales de Scorsese, sobre los Rolling Stones. Agrega el reportero Una carta a Elia (2010).
Y con el Scorsese de Living… “que se extiende con irregular profundidad”, según Bermejo, Harrison vuelve por sus fueros: ya llega el sol, diríase. Afirma que el “beatle silencioso” resulta “por lo menos tan interesante como el mismo Lennon”. El documental se divide en dos extensas partes. Los comentarios de Bermejo lo confirman como virtuoso de la guitarra, con una personalidad polifacética, como un compositor impenitente, laborioso, poco conocido.
Pero claro, los minutos que Días de cine le dedicó a Harrison (puede verse en Internet) no se comparan con todo el tiempo dedicado al actor de Hollywood, Cary Grant, aburrido, larguísimo recordatorio de ese cine que puede seguir o no por los siglos, una prueba del deslumbramiento que causó una próspera industria todo el siglo XX, que no se entiende por qué no es imitada en otros países. ¿Se requerirá participar antes en dos guerras mundiales?