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viernes, 17 de febrero de 2012

HORACIO GUADARRAMA, MEDALLA RIVERA AVILA

Guadarrama Olivera nació en Córdoba, es investigador de la Universidad Veracruzana, está escribiendo la biografía de “Paco Píldora” y ha publicado investigaciones sobre la historia popular de Veracruz de los años 20. Trabajó en el Instituto Veracruzano de Cultura en los primeros meses de su fundación, hace veinticinco años.

Francisco Rivera Avila fue poeta y cronista de la ciudad de Veracruz, publicó en periódicos  décimas en las que criticó errores de los gobernantes, con finas sátiras, bajo el título de “Estampillas jarochas” y en un periódico humorístico que se llamó “El chaquiste”.

En la ceremonia en la Sala Oriente del IVEC estuvo, entre otros, María del Rosario Ochoa, nieta de Paco Rivera, cuyo seudónimo fue Paco Píldora.

En declaraciones al periódico Imagen de Veracruz, Guadarrama Olivera dijo: “Representa un alto honor para mí; yo te puedo decir que don Paco era un figurón”. Rivera Ávila realizó importantes aportes a la cultura popular en sus crónicas en verso. “Hay que seguir estudiando la obra de don Paco, hay que profundizar más, sigue siendo parte importante (de la cultura del puerto) porque era el poeta popular del presente y del futuro, porque en sus versos hay muchas de las problemáticas que se padecen hoy”.

ALEJANDRO MARIANO EN LA DIRECCIÓN GENERAL DEL IVEC

Es licenciado en Historia y maestro en gestión cultural, patrimonio y naturaleza del Instituto de Investigaciones Ortega y Gasset, Madrid. Fue subdirector de Desarrollo Regional del IVEC, director de la Galería de Arte de Veracruz, responsable de las exposiciones en el WTC y director del Ágora en Xalapa. En cuanto a su perfil profesional, experiencia e intereses, consideramos que se trata de una decisión acertada.

LA CEIBA GRÁFICA

LOS ÁRBOLES SON VIDA Y ARTE


Centro de producción, educación y residencias artísticas especializado en las artes gráficas.

Ex hacienda La Orduña, Cotepec, Veracruz, México

http://www.laceibagrafica.org/

LIBROS POR LEER

Leonard Woolf (Londres, 1880-1969) ha sido considerado por muchos como personaje literario secundario, siempre en su papel de apoyo de la primera figura, su esposa Virginia, y sin embargo, es un escritor que tiene una larga y consistente obra, sobre todo de ensayo, pero también de ficción, artículos periodísticos, además del trabajo que desarrolló como editor en la Hogarth Press. En la biografía que le dedica Victoria Glendinning le considera como un outsider, como alguien que sobrellevó su condición de judío errante- le llamaban «el rabino» en el grupo de Los Apóstoles, en Cambridge-, y que se acostumbró a trabajar a la sombra de otros. Al acabar los estudios hubo de ganarse la vida y marchó a Ceilán como funcionario. Es a su retorno, en 1911 cuando comienza a cortejar a Virginia y finalmente la desposa, decidiéndose así a residir en Inglaterra definitivamente. La relación entre Leonard y Virginia fue muy peculiar, altamente intelectual y afectiva, pero poco o nada física. En esta novela podemos vislumbrar algunos de los elementos de esa relación, puesto que el autor se vale de los personajes de Camilla y Harry para ejemplificar los sentimientos que les unían.
Woolf publicó esta obra en 1914, aunque fue escrita entre 1912, ―cuando se comprometió con Virginia, entonces Stephen― y 1913, recién casado, durante el viaje de novios que realizaron por España. En la novela retrata el ambiente que conocía –el que había conocido en Inglaterra, no el de los años de Ceilán, ya reflejado en una obra anterior―, las relaciones personales y de clase social, el ambiente de la época, pero muy directamente cercano a su propia vida. El espíritu de Bloomsbury, grupo al que pertenecieron y del que se rodearon, se trasluce en esta obra. En el tema y en la manera en que está escrita, ese distanciamiento irónico y a veces sarcástico, notamos muy fuerte la influencia del estilo Bloomsbury, si puede hablarse de ello. Como un aire de familia. El hecho de su diferencia ―el judaísmo―respecto al resto del grupo, hace que mire desde fuera a la sociedad de los «cristianos», las costumbres y modo de ver la vida desde el ángulo imperante en la Britania victoriana.
Las relaciones entre los jóvenes, mediatizadas por la familia, que, vigilante, presidía las reuniones y excursiones, los bailes y las comidas, ejerciendo de carabinas permanentes hasta que los compromisos matrimoniales se hacían realidad. El mundo cerrado de las familias victorianas, el angustioso enclaustramiento de las mujeres en una vida de espectadoras, siempre a la espera del matrimonio o condenadas a la soltería monótona y a las obras de caridad. Es el mundo del cambio de siglo, la Britania Victoriana en franca decadencia, pero aún vigente, al menos hasta la primera conflagración mundial del 14. Los problemas que le preocupan a estos jóvenes son banales, o aparentemente banales: «su virginidad y sus párrocos, su punto de cruz y sus tés». Sin embargo, Harry, el alter ego de Leonard, rompe un poco con los esquemas que se encuentra en las familias y grupos que frecuenta: cree que las personas –sean hombres o mujeres―deben hacer en la vida algo más que vegetar, deben crear. Estamos hablando de una clase media o media alta (que es el mundo de Bloomsbury); clases que tienen resuelta la vida, que se mueven con holgura, tienen sirvientes, vacaciones de verano, casa en las afueras, y se permiten un cierto grado de holganza.
El tema del judaísmo también le preocupa a Woolf, o al menos, flota a lo largo de la novela, brotando aquí o allá de vez en cuando: «un judío sólo es sentimental en lo que se refiere al judaísmo, ya sabes». «Somos duros, buscamos cosas concretas, cosas distintas, las que creemos que merecen la pena». ¿Qué merece la pena? Harry/Woolf contesta: «El dinero, por supuesto. Y a partir del dinero, el poder. El poder de hacer cosas, de influir en la gente. Luego están el conocimiento, la inteligencia, el refinamiento.»Las reflexiones sobre la religión, la literatura, la posición emergente de las mujeres –son los tiempos del feminismo militante-, la confrontación con las costumbres tradicionales británicas, todo es materia de esta obra, que trascurre como un paseo en barca por el río: plácidamente, entre risas y sueños, conversaciones y pensamientos, aunque precipitándose a un final desesperanzado, puesto que implica la imposibilidad de evadirse y de escapar al engranaje social, cayendo atrapados los personajes en todo lo que abominan y están tratando de criticar.
Es una novela en la que el autor mezcla sus íntimos pensamientos, las interminables conversaciones que probablemente mantuvo con los amigos en Cambridge y con Virginia, sintiéndose siempre distinto, por su judaísmo y por su posición social, ligeramente inferior a la de la familia Stephen y amigos. Fragua una serie de relaciones que forman una red en la que acaba por caer atrapado el protagonista. Incluso presenta a su propia familia de un modo corrosivo y mordaz, lo que le ocasionó un fuerte distanciamiento: su hermana le pidió que no la publicase, su madre recibió un fuerte impacto, y la propia Virginia tuvo uno de sus ataques después de una primera lectura.

Obra que apreciarán más los lectores habituados al ámbito de Bloomsbury, por las connotaciones y las alusiones que se pueden encontrar en ella, quizá sea una novela con ciertos altibajos, y que alarga demasiado algunos diálogos. Lo cierto es que tiene capítulos francamente buenos, como la excursión por el río. Y las conversaciones entre Harry y Camilla, en las que Woolf radiografía de modo casi doloroso su personal relación con Virginia, a la que califica de «dama refinada, infinitamente remota, intangible, cubierta de sedas, encajes y satenes, arropada con el mejor lino, y toda rodeada de doncellas». Una venus de mármol, completamente gélida.
La edición de Impedimenta es, como siempre, muy cuidada en cuanto a maquetación y presentación. La traducción de Marian Womack, es, en mi opinión, mejorable. Da la impresión de ser demasiado literal en algunos momentos. El prólogo, sin embargo, es interesante y clarificador.
                                  Nota de Ariodante para El placer de la lectura

Más información en
http://www.elplacerdelalectura.com  / prensa@elplacerdelalectura.com
Título: Las vírgenes sabias | Autor: Leonard Woolf | Traducción: Marian Womack | Editorial: Impedimenta  Precio : 21,95€ 
29,95 € Ed. impresa
16,99 € Ed. digital
DAVID OWEN.
En el poder y en la enfermedad.
Enfermedades de jefes de Estado y de Gobierno en los últimos cien años

CAMINATA DE LUZ POR LOS ÁRBOLES

"¿Alguien sabe realmente qué significa un árbol? Parece ser que mucha gente no. Ante la crisis climática mundial, ¿por qué los gobiernos municipales veracruzanos insisten en tumbar árboles?
¿Acaso no tienen sentido común? Y no sólo árboles, también manglares....
¿Acaso no tienen asesores que les expliquen que en estos tiempos es más importante un árbol que un metro cuadrado de concreto?

A pesar de que se usaron varios medios legales bien fundamentados
para detener el asesinato de árboles en la avenida Díaz Mirón del puerto de Veracruz, la ¿Suprema? Corte de ¿Justicia? de la Nación dice fallar a "favor de Veracruz". Ignora la petición de vecinos y ciudadanos informados sobre la cuestión ambiental e histórica y da luz verde para que las obras continúen. Los ciudadanos conscientes, con todo respeto, le decimos a la Suprema que pensamos que haber fallado legalmente en favor de Veracruz hubiera significado cancelar por completo las obras que se llevan a cabo en esa avenida
porque atentan contra la vida. Con este solo hecho hubiera bastado. Pero parece que a la Suprema también le hacen falta asesores, y sobre todo, no les hubiera caído mal para emitir un juicio más coherente, darse una vueltecita por acá y conocer personalmente, caminar la avenida para que se dieran cuenta del daño tan enorme que se le causa. Y el poco, casi nulo, beneficio que acarrea este capricho millonario de la alcadesa en turno. En fin.....lo mismo de siempre. Trabajan los gobiernos en vano y para su ego, no para el bienestar ciudadano, ni para el medio ambiente. Eso sí, los medios se han encargado de desprestigiar la lucha legal y pacífica de varios veracruzanos, llamándolos "revoltosos", "anti-modernos" y lo mismo de siempre. Preguntamos: ¿la modernidad significa tirar árboles? Nosotros no queremos esa modernidad. Y no son unos cuantos árboles, serán cientos. Cientos de vidas suprimidas por un supuesto discurso de modernidad que no beneficia a la ciudad, por el
contrario la daña. 
Veracruz y Boca del Río necesitan árboles, necesitan respetar la vida y el ambiente para realmente poder avanzar y embellecer. Los alcaldes actuales serán juzgados por cometer ecocidio... algún dia. Por lo pronto:

Seguimos nuestro buen juicio, como ciudadanos conscientes, pero sobre todo seguimos a nuestro corazón que dicta acompañar a nuestros árboles en los últimos momentos de su vida. Queremos despedirlos como se merecen, porque nos han dado mucho, hasta su vida. Y los despediremos con música, flores, cantos y danza.

Caminata de luz por los árboles

Sábado 18 de febrero, 9:00 hrs.
Torre del reloj en la glorieta de Reino Mágico, frente al Panteón.
De blanco y con mucha fuerza de voluntad.

Caminaremos toda la avenida dejando ofrendas de flores a los árboles amenazados y a los que quedarán en pie como guardianes y testigos del ecocidio histórico.

Llegaremos al Parque Zamora alrededor de la una de la tarde para cerrar este evento artístico, histórico, ecológico y cultural, pero sobre todo pacífico, consciente y en pie de lucha en favor de la vida.
Todos están invitados. No faltes. Puedes incorporarte a cualquier hora y en cualquier punto de la caminata. Tu energía consciente es super importante.

Convoca: Alfonso Nava Escudero. Círculo de Danza Mexica Malinalli Ce Acatl
Puerto de Veracruz-Boca del Rio.
Año mexicano 12 Carrizo / Año gregoriano 2012"

                                                                               AVISO INSERTADO POR CORTESÍA