“En un país donde los sistemas educativos nunca supieron
inyectar en los jóvenes la pasión por la cultura y donde los políticos y
gestores nunca se preocuparon más de la cuenta en buscar alternativas
financieras en el sector privado, la muerte lenta de ciertas formas de
expresión y de ciertas infraestructuras de los llamados bienes del espíritu no es más que el triste sino provocado por una
asombrosa falta de ambición y de visión de futuro. De aquellos polvos vienen
estos lodos. Más que lodos, arenas movedizas para la cultura en España.”
Borja Hermoso, El País. 19 de marzo de 2012