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viernes, 29 de junio de 2012

Y ADIÓS / GASTÓN SEGURA


Publicado el miércoles 4 de abril de 2012

Debí haber adivinado que esa preocupación temerosa y un punto lúgubre que le entró por el futuro y de la que les hablaba en la anterior anotación no era motivada por los apuros que están sufriendo, casi por sorpresa, sus amigas de pandi. Sí, debí haberlo adivinado en el titubeo de su voz y en aquella incertidumbre que flotaba al final de sus frases; más aún, tratándose de una mujer como ella, tan parca y diligente, que le gusta ir a la cosa misma y sin grandes rodeos, salvo en los caprichos, donde puede demorarse eternidades y hasta permitirse negligencias de sonrojo —pongamos por caso, servidor de ustedes—.
Pero como siempre estoy en Babia, no sospeché nada, así que cuando la otra tarde regresó de su oficina más temprano de lo habitual y me soltó la noticia a bocajarro y con una sonrisa beatífica, tuve que sentarme, beberme dos vasos cumplidos de agua y acopiar aire como un velocista exhausto para poder, al menos, comenzar a digerirla. Ya lo habrán supuesto: se ha quedado embarazada.
Y mientras a mí se me derrumbaba el mundo estruendosamente con un vaso de agua en la mano como única certeza, ella tomaba el teléfono y comenzaba a propalar la noticia entre los familiares y amigos que, para mi absoluto estupor, insistían en que me pusiese también al aparato para felicitarme por mi inminente paternidad.
Por supuesto, correspondía a los agasajos con eso de que yo también estaba muy contento, pero se los juro, lo hacía con una sonrisa estreñida y unas inmensas ganas de escapar al cine más cercano y solitario para disolverme en el argumento del último dramón. Lo malo es que ya ni hay cines de barrio ni se hacen películas de mucho llorar; así que no disponía ni de un mal refugio donde recapacitar qué iba ser de mí. En tanto, se desataba un estrépito de felicidad a mi alrededor: a mi madre le agarró un llantina entre hipos de emoción, sus papás se presentaron de inmediato con una botella de champán, su hermano y su cuñada, otro tanto, y los sobrinitos, también, y dando saltos de alegría, y al día siguiente las chicas Telva le organizaron una merienda de celebración y yo, ahí, totalmente desvalido ante el porvenir y con la urgente necesidad de buscarme un oficio presentable, porque esto de ser amante ocioso no se conjuga ni por el reverso con lo que espera un crío de chupete y seriecín, como su señora mamá, de ese tipo del rincón que le ha correspondido como padre.
Así que, lectores míos, estos cuadernos tocan a su fin por el imperativo inexcusable de la vida; adiós y muchas gracias por sus lecturas.

Adenda de despedida

Han sido 52 anotaciones, una por semana (salvo tres faltas, por cuestiones técnicas, que he recuperado debidamente), eso suma un año completo, durante el que me han acompañado en este ejercicio literario, titulado Los cuadernos de un amante ocioso. Les estoy muy agradecido por recibirme cada semana, por esos 479 seguidores (más de 9 por anotación), por esas más de 40.000 visitas (casi 800 por anotación, no está mal del todo), y por esos más de 12 comentarios de media por anotación, y por sus correos afectuosos y estimulantes; sinceramente, por todo ello, les estoy muy agradecido y les quedo en una muy merecida deuda.
Ah, mantendré abierto el blog un mes o mes y medio para los que quieran repasarlo o divulgarlo. Gracias de nuevo y adiós.

(AGREGADO HOY, 29 DE JUNIO: TODAVÍA PUEDEN LEERSE LOS CUADERNOS DE UN AMANTE OCIOSO punto BLOGSPOT EN INTERNET.)

NOTA DE LECTURA DE CARLOS ROBERTO MORÁN



…. Liberación (Szabadulas), de Sándor Márai (Salamandra, Barcelona-Buenos Aires, 2012, 158 págs. Traducción de Mária Szijj y J. M. González Trebejo. En España, 14 euros, en Argentina, 85 pesos.
          Sentimientos a flor de piel en un mundo pestilente Liberación es la décima novela de Sándor Márai que se traduce al castellano desde que fuera redescubierto –en 1993- y forma parte de la serie de libros póstumos que se editaron del gran autor húngaro, luego de su m...


ALTAMENTE RECOMENDABLE / LADISLAO AGUADO


WORK IN PROGRESS


Provengo de familias de emigrantes, gente que valoraba el valor exacto del dinero. Cuando algunos tuvieron un poco más, se permitieron siempre menos de lo que su poder adquisitivo les permitía, por tanto, por lo general se consideraban gente a salvo.
     Pero todo aquel que en mi familia incumplió esta norma, terminó arruinado y sobre todo, descreído ante los demás, es decir, con las puertas de los créditos familiares bloqueados.
La historia es la misma en miles de familias.
Sin embargo la austeridad es dolorosa y a  veces el hombre necesita huir de ella y cuando eso sucede el mundo es altamente feliz y se parece mucho a volar: mientras más alto, más estrepitosa es la caída.
A propósito leo Boomerang, libro excelente que cuenta en otras palabras no sólo la crisis que nos acontece, sino la estrepitosa caída de la civilización del bienestar de finales del siglo XX y principios del XXI, gracias a la rutinaria mezquindad del hombre. Uno de los mejores libros que ahora mismo podría recomendar.

PERDIMOS LA CORONA, VOLVIÓSE BELGA


Día triste, sin duda. Sigue hundiéndose el país que hasta hace  un cuarto de siglo sentíamos en ascenso y no hubo quien defendiera la Corona. Tendremos la última borrachera mexicana hoy mismo, antes de que le cambien el sabor, mareados por las cifras y con una frase inevitable: ¡valió para puros belgas!
          El 50% restante del Grupo Modelo, “la cervecera más grande del mundo” (alrededor de 150 mil trabajadores en 24 países), le costó 20 mil 100 millones de dólares a Anheuser-Busch InBev, que tiene dinero brasileño invertido. Se calcula que tendrá ventas anuales de 47 mil millones de dólares.