Todavía hay ejemplares en México del libro de Goran Petrovic, La mano de la buena fortuna (ed. original, 2000; en español, 2006, Editorial Sexto Piso, España), quien estuvo en la Fil de Guadalajara en 2008, y en Sinaloa y Oaxaca, para hablar de su libro Diferencias, "un libro que define como 'íntimo, casi autobiográfico', compuesto por cinco historias o cuentos, abundante en detalles y minucias, en el que la mirada del autor transita, primero de los ojos expectantes de un niño a los del adulto que pierde la curiosidad y cae en la ceguera, en el que las cosas 'pequeñas' dejan de ser importantes hasta producir la muerte emocional (Sergio Hernández Gil, http://tobegio.blogspot.com/).
"En relación a la técnica de incrustar cuentos o novelas dentro de la novela, Petrovic sostiene que sus libros son una especie de rompecabezas mediante los cuales cada capítulo se hace un llamado con otro y logra tender vasos comunicantes, que toman varias direcciones o sentidos, cada uno de los cuales representa la diferencia en la manera de percibir el mundo al igual que marca los puntos de unión a través de la palabra, 'cordón umbilical que nos une con la palabra divina: la palabra y la metáfora nos reencauza al origen y a la esencia'.
"Algo hay de eso en La mano de la buena fortuna, en la que una novela irreal 'Mi legado', escrita por el personaje Anastas Branica, es el hilo conductor de las historias entre los habitantes de la novela real y los ficticios, y supone una profunda conexión mágica entre quienes leen al mismo tiempo –aunque estén en espacios y épocas diferentes– las mismas páginas del libro, lo cual finalmente propicia un encuentro amoroso que sólo se concreta en el hecho de compartir las palabras, las páginas, la lectura a la vez un autoejercicio de conciencia".
Liliana Navarro, reportera de El Informador, de Sinaloa, escribió en aquel año: "al tocar el turno de Petrovic, invitó al público a ver más lo que hay alrededor, 'vivimos demasiado rápido, no prestamos atención a los detalles y pienso que la literatura hace eso, rescata los detalles, o al menos quiero pensar que lo hace'. Para Goran Petrovic, la sociedad está perdiendo el amor a las letras, el valor que se les da, pues asegura que muchas personas en el mundo se han encargado de echar a perder las palabras:
'Se han echado a perder las palabras en la actualidad, Paulo Coelho echó a perder la palabra “alquimista” por cien años y hay tantos políticos que han echado a perder tantas palabras que no hay tiempo para decir cada una'.
"Goran Petrovic es un escritor que en sus libros refleja el dolor de un país que ha tenido que resistir numerosos ataques de guerra a lo largo de su historia. Sus libros han sido publicados en ruso, francés, italiano, polaco y español."
Libro recomendado 100%.
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