La Fundación Nobel le ha hecho daño a América Latina con sus premios, al aumentar la fama de unos cuantos escritores que por un tiempo quedan sobrepuestos a todos los demás, pobres mortales.
Hay que hacer algo con el tiempo real, el que incluye pasado y presente, el que es recortado en las escuelas para que quepa lo menos en el poco tiempo de clases que hay al año. El tiempo real se prende en los cerebros de poca gente, y permanece apagado en las personas limitadas al ritmo de la publicidad (y en los periodistas que andan deslumbrados casi siempre).
Mistral, Asturias, Neruda van quedando atrapados en libros difíciles de conseguir. Mientras, lucen los recientes García, Paz, Vargas. Dentro de unos años también éstos serán incomprensibles.
La biblioteca de América Latina tiene autores que no han sido leídos, del pasado o de la actualidad.
La gente se queja por el precio de los libros nuevos y no piensa en buscar libros "usados", para comprarlos, alquilarlos o pedirlos prestados.
Anoto tres nombres: Diego Mexía, Euclides da Cunha, Martín Adán (seudónimo de Rafael de la Fuente Benavides). Los lectores auténticos podrían anotar trescientos nombres, en los que estén incluidos los brasileños, ignorados por la Fundación Nobel porque la literatura mundial es un Premio a la Humanidad que empezó antes que el Nobel naciera.
(Ref. El Universal, 8/10/11)
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